CONMOVEDORAS ESCENAS TRIUNFALES EN LA PRUEBA DE MARCHA ATLÉTICA

Los atletas ecuatorianos volvieron a brillar en las pruebas de Marcha de Lima 2019. A la presea dorada de Daniel Pintado, en los 20 km del 4 de agosto, se sumaron dos triunfos más en la fría  mañana de Miraflores. Claudio Villanueva y Johana Ordóñez se impusieron en los 50 km y, ambos, al cruzar la meta con su bandera, se quebraron de emoción por el triunfo obtenido.

La dedicatoria de Villanueva fue conmovedora. Hace doce años, su padre desapareció recorriendo las montañas del Cajas, de su natal ciudad Cuenca y, hasta el momento, su paradero es desconocido. Su recuerdo eterno, ha fortalecido en todas sus carreras al marchista ecuatoriano y en estos Juegos Panamericanos no fue la excepción.

“Mi familia es mi gran fortaleza. Cada vez que me caigo, mi papá que está desaparecido, y mi hijo que tiene parálisis cerebral, cada vez que hace un movimiento, me motiva para salir adelante. Y a mi papá, si estás vivo, va para ti esta medalla de oro; pero si no estás más entre nosotros cuídame siempre desde el cielo”, comentó el campeón.

Acto seguido, Johanna Ordóñez, quien también entrena en la base de entrenamiento de Cuenca, se llevó con holgura la categoría femenina. En esta prueba, la peruana Yoci Caballero culminó sétima batiendo su récord personal de 4 h, 31m 33s, aunque la atleta huancaína culminó con lágrimas en los ojos, por el apoyo conmovedor del público.

“Tengo emociones distintas, ya que estoy agradecida por el aliento de la gente, muchos a quienes no conozco, pero que me gustaría abrazarlos a todos; pero también triste porque no pude regalarle algo a mi país. Aunque la medalla de oro que me llevo es que después de mucho tiempo volví a juntar a mi familia (estaban entre los espectadores), luego de tantos años de lejanía”, comentó la atleta peruana.

Historias como esta, en el deporte se dan muchas. Hay que valorar el esfuerzo de cada uno. No solo se trata de ganar o perder en la vida.

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